Durante este primer trimestre escolar hemos comenzado nuestro Laboratorio artístico rezPez_lab en el espacio MozartKids.
Nuestro programa para este curso consta de seis talleres que tienen como objetivo acercar a los niños al Arte mediante el juego y la experimentación. Proponemos en cada sesión conocer un artista que nos sirve de inspiración y nos articula los diferentes conceptos-procesos artísticos que queremos trabajar.
Octubre 2015_Nuestro primer taller busca la sorpresa, despertar la curiosidad, descolocar… es: Lo inesperado y se inspira en Joan Miró.

Recorremos el camino inverso al que estamos acostumbrados al dibujar: son las líneas y las superficies de color las que van hablando, las que nos llevan a una historia que contar y nos desvelan el título de nuestros trabajos.
A partir del dibujo automático que Joan Miró practicó para algunas de sus obras, proponemos a los niños que realicen trazos continuos en un papel, pero con los ojos cerrados y siguiendo la música que escuchan. Invertimos el «proceso de dibujar»: nuestra intención desaparece en esta primera fase, no sabemos qué dibujo saldrá, el rotulador baila solo. Al abrir los ojos: sorpresa!… qué nos encontramos?… Ahora sí, ya somos nosotros los que decidimos: el dibujo nos habla, nos sugiere formas (reconocibles o no) y nosotros, utilizando los tres colores primarios, vamos creando.
En el grupo de mayores además introducimos algunas variaciones durante el taller. Mientras están dibujando proponemos que incluyan alguna elemento utilizado por Miró en su serie Constelaciones: «La noche y las estrellas empezaron a invadir mis cuadros»; en otro momento les proponemos que dibujen una palabra: «Hilos que retorciéndose como un ballet componen palabras»; por último les sugerimos que incluyan una escalera: «Pintar una escalera por la cual se sube y nos lleva a la infinitud del cielo».
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Noviembre 2015_Nuestro segundo taller crece en el espacio, trabaja con el vacío-lleno , con el dentro-fuera… lo llamamos: Atrapar el vacío y se inspira en Jorge Oteiza

Las cajas metafísicas de Oteiza generan un espacio misterioso en su interior.
Nuestro segundo taller empieza con una pregunta: Cómo podemos atrapar el vacío?
Salimos fuera e intentamos «atraparlo»: juntando las dos manos, agarrándonos todos en circulo… En la clase empezamos a hablar de cajas, de dentro y fuera y para experimentarlo construimos un cubo de 1×1 que nos sirve para darnos cuenta que los límites pueden ser líneas, que aunque no hay paredes entendemos cuando estamos dentro del cubo y cuando fuera.
Llega el momento de conocer a Oteiza
Explicamos la propuesta: construir, a partir de dos diedros de cartulina negra, una caja misteriosa: que el exterior no deje ver todo lo que pasa en el interior. Un caja que no es cerrada, que tiene grietas, aperturas… por las que se ve-no se ve.
Y una caja que será habitada: inventemos personajes!